La gestión de planes de pensiones internacionales implica la supervisión de carteras que cubren a empleados que desarrollan su actividad en varios países o jurisdicciones. Estos planes ofrecen prestaciones de jubilación a trabajadores que han ejercido en distintos países a lo largo de su carrera, habitualmente en multinacionales u organizaciones con una plantilla global.

Las ventajas de los planes de pensiones internacionales incluyen ofrecer prestaciones de jubilación a empleados que han trabajado en distintos países, garantizar el cumplimiento de las normativas locales y proporcionar un plan de jubilación coherente en toda la plantilla global de la organización. Asimismo, contribuyen a atraer y retener talento al brindar beneficios de jubilación competitivos a empleados que desarrollan su actividad en diversos países.

Las carteras de planes de pensiones internacionales requieren coordinación con distintos grupos de gestión, como comités de inversión y juntas directivas. La gestión de estos planes puede implicar, además, la administración de aportaciones y prestaciones en varias divisas. En cambio, la gestión tradicional de inversiones en pensiones suele ser menos compleja y se desarrolla en una única moneda.

Los aspectos clave en la gestión de planes de pensiones internacionales incluyen el cumplimiento de las normativas locales, la gestión del riesgo de divisa, la coordinación con las autoridades de pensiones de cada jurisdicción y la portabilidad de las prestaciones para los empleados que se trasladan entre países. También resulta esencial tener en cuenta el impacto de las legislaciones fiscales internacionales sobre las aportaciones y las prestaciones de los planes de pensiones.

Para implementar estrategias de gestión de inversiones en planes de pensiones internacionales, es fundamental comenzar por comprender los objetivos del plan. Es recomendable trabajar estrechamente con el equipo de inversión, el comité y/o la junta directiva para definir sus necesidades. A partir de ahí, se debe identificar o elaborar una Declaración de Política de Inversión (IPS) que sirva de base para la construcción y aplicación de la cartera. Posteriormente, el plan de pensiones podrá desarrollar su estrategia de asignación de activos e identificar fondos o gestores de carteras en los que invertir. Este enfoque puede incluir tanto inversiones tradicionales como alternativas. Por último, resulta esencial contar con un proceso claramente definido para supervisar el rendimiento y realizar los ajustes necesarios en la cartera.